Aunque hemos aprendido que utilizar insecticidas e incluso plaguicidas es lo mejor para evitar la proliferación de insectos en plantas, estos productos son innecesarios.
Un componente cada vez más incorporado al
preparar repelentes caseros es el ajo, efectivo en soluciones temporales contra
pulgones, mosquitos y hormigas.
Redacción: Carla Silvana Cárdenas
Aunque te hayan dicho que el ajo funciona para repeler espíritus y para atraer la suerte, ninguna de esas afirmaciones es cierta. De
hecho, muy probablemente quien te dijo alguna vez que colocaras ajo detrás de
la puerta de la casa o detrás de la entrada de un local para alejar el denominado mal de ojo y hasta para favorecer la abundancia, lo oyó de otra persona o lo leyó, consideró que eso sería útil y te lo comentó.
Lo que sí es cierto es que el ajo funciona para
adobar, para preparar salsas, para darle sabor a caldos, a sopas y a consomés.
También se utiliza para hacer repelentes por gente que intenta mantener lejos de sus
plantas a los pulgones, a los mosquitos y a las hormigas sin afectar el
ambiente. Si te parece que te dará resultado un repelente para que estos insectos no lleguen a tus plantas, a continuación se mencionan sus componentes y la elaboración.
Componentes:
- Cinco (5) o seis (6) dientes
de ajo
- Un (1) litro de agua sin cloro
(lluvia)
- Una (1) cucharadita de jabón
líquido
Elaboración:
Pica cinco (5) o seis (6) dientes de ajo en
trozos pequeños y machácalos en un mortero o con una cucharilla o un
tenedor encima de una tabla de madera.
Echa los ajos machacados en un recipiente con un (1)
litro de agua, tápalo con un paño y deja reposar durante una (1) hora.
Agrega una (1) cucharadita de jabón líquido al
recipiente, revuelve cuidadosamente hasta que esté bien diluido, tápalo el envase otra vez
con el paño y deja reposar durante veintitrés (23) horas.
Al transcurrir las veinticuatro (24) horas contadas desde el instante
en que colocas el ajo en el recipiente con agua, cuelas en otro recipiente el
líquido resultante, tapas el recipiente enroscando un pulverizador y el repelente estará
listo para que empieces a asperjar tus plantas.
Sugerencias:
Una sugerencia es rociar el repelente en cada planta
durante tres (3) o cuatro (4) días a primera hora de la mañana y al final de
cada tarde. Si los insectos no se
retiran, hay quienes repiten el tratamiento. Si todavía hay pulgones, o
mosquitos o siguen llegando hormigas, una opción es preparar otra vez el repelente agregar dos (2) gotas más de jabón líquido y
luego de transcurrida una semana, continúar pulverizando.
A modo de precaución, luego de elaborar el
repelente, no está de más colocar cinta adhesiva o tirro en el frasco diferenciándolo de otros que tengas en casa con una
anotación, para que se sepa que es una sustancia
contra insectos para las plantas. Así previenes confusiones si hay niños cerca.
Ubica el repelente casero en un sitio fresco y techado para que no se evapore y si aun te queda un poco transcurridos los siete (7) días desde
la elaboración, no lo conserves. Así evitarás su descomposición y la pérdida de
efectividad de la mezcla.
Recuerda lavar bien el recipiente y el
pulverizador, agregándole agua tibia de la que hayas apartando al hervirla
para otras actividades. Cuando hayas llenado hasta la mitad el recipiente con agua tibia,
ajústale el pulverizador y presiónalo como cuando vas a humedecer algo para que
le retires bien el repelente y vacía el envase.
Al elaborar tu repelente casero contra insectos
utilizando ajo, cuidas tus plantas, ahorras más dinero, ayudas a cuidar la
Creación al contrarrestar el deterioro del suelo y del agua por infiltración de
insecticidas y plaguicidas (formas de contaminación que han sido vinculadas a fumigaciones
en latifundios destinados a la explotación industrial agrícola); y tienes la
opción de utilizar parte del dinero ahorrado para el pago de deudas, o para compartir
con tu familia y tus amigos en una heladería o en un restaurante o para matricularte
en algún evento de enseñanza aprendizaje.
Algo más:
Insecticida no es sinónimo de repelente. A continuación están, igualmente en castellano, algunas acepciones incluidas en el denominado Diccionario de la Real Academia Española:
Repelente: sustancia empleada para alejar a ciertos animales.
Insecticida: que sirve para matar insectos. Apl. a los productos destinados a este
fin.
Plaguicida: de plaga1 y -cida.
Pesticida: que se destina a combatir plagas.
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